Friday, February 26, 2010

Moisés y Elías, que, aparecieron con gloria,

En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos.

De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén.

Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: "Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías."

No sabía lo que decía.

Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía: "Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle."

Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

Saturday, February 20, 2010

Quien Recuperara mas Monedas

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Recuerden todo lo que les he enseñado


Marcos 8, 14-21
En aquel tiempo, cuando los discípulos iban con Jesús en la barca, se
dieron cuenta de que se les había olvidado llevar pan; sólo tenían
uno. Jesús les hizo esta advertencia: "Fíjense bien y cuídense de la
levadura de los fariseos y de la de Herodes". Entonces ellos
comentaban entre sí: "Es que no tenemos panes".

Dándose cuenta de ello, Jesús les dijo: "¿Por qué están comentando que
no trajeron panes? ¿Todavía no entienden ni acaban de comprender? ¿Tan
embotada está su mente? ¿Para qué tienen ustedes ojos, si no ven, y
oídos, si no oyen? ¿No recuerdan cuántos canastos de sobras
recogieron, cuando repartí cinco panes entre cinco mil hombres?" Ellos
le contestaron: "Doce". Y añadió: "¿Y cuántos canastos de sobras
recogieron cuando repartí siete panes entre cuatro mil?" Le
respondieron: "Siete". Entonces él dijo: "¿Y todavía no acaban de
comprender?".

Friday, February 19, 2010

Cicatrizarán de prisa tus heridas



Primera Lectura (Lectio Divina)
Isaías 58, 1-9
Esto dice el Señor:
"Clama a voz en cuello y que nadie te detenga.
Alza la voz como trompeta.
Denuncia a mi pueblo sus delitos,
a la casa de Jacob sus pecados.

Me buscan día a día y quieren conocer mi voluntad,
como si fuera un pueblo que practicara la justicia
y respetara los juicios de Dios.
Me piden sentencias justas
y anhelan tener cerca a Dios.
Me dicen todos los días:
?¿Para qué ayunamos, si tú no nos ves?
¿Para qué nos sacrificamos, si no te das por enterado??

Es que el día en que ustedes ayunan
encuentran la forma de hacer negocio
y oprimen a sus trabajadores.
Es que ayunan, sí, para luego reñir y disputar,
para dar puñetazos sin piedad.

Ese no es un ayuno que haga oír en el cielo la voz de ustedes.
¿Acaso es éste el ayuno que me agrada?
¿Es ésta la mortificación que yo acepto del hombre:
encorvar la cabeza como un junco
y acostarse sobre saco y ceniza?
¿A esto llaman ayuno y día agradable al Señor?

El ayuno que yo quiero de ti es éste, dice el Señor:
Que rompas las cadenas injustas
y levantes los yugos opresores;
que liberes a los oprimidos
y rompas todos los yugos;
que compartas tu pan con el hambriento
y abras tu casa al pobre sin techo;
que vistas al desnudo
y no des la espalda a tu propio hermano.

Entonces surgirá tu luz como la aurora
y cicatrizarán de prisa tus heridas;
te abrirá camino la justicia
y la gloria del Señor cerrará tu marcha.

Entonces clamarás al Señor y te responderá;
lo llamarás y te dirá: ?Aquí estoy? ".

Saturday, February 13, 2010

Cuanto pidierais al Padre en mi nombre os lo dará.


Abre tu Evangelio; mirátelo y toma apuntes de lo que te diga. Ten la bondad de mirar estas notas mías. Ahora -dijo- busca primero en el Evangelio de San Mateo 6,5 -9 y lee . Ves como aquí tenemos la preparación o la introducción, enseñando que debemos ponernos a rezar no por vanagloria y ruidosamente, sino en silencio y en lugar solitario; y que debemos rezar sólo por el perdón de los pecados y la comunión con Dios, y no inventar infinidad de demandas innecesarias sobre cosas temporales, como hacen los gentiles. Luego, lee más adelante en el mismo capítuloMateo 6, 9-14, Aquí se nos da la forma de la oración, es decir, en qué términos debe ser expresada. Ahí tienes reunido con gran sabiduría todo lo que es necesario y deseable para nuestra vida. Después, continúa leyendo los versículos Mateo 6, 14-15 y verás las condiciones que es necesario observar para que la oración sea eficaz. Ya que Dios no perdonará nuestros pecados a menos de que perdonemos a los que nos han agraviado. Pasa ahora al capítulo Mateo 7, 7-12séptimo, y hallarás, del ve cómo tener éxito en la oración, cómo ser intrépido en la esperanza: pedid, buscad, llamad. Estas expresiones enérgicas describen la frecuencia en el rezo y el apremio a practicarlo, de tal modo que la oración no sólo acompañe toda acción sino que incluso la preceda en el tiempo. Esto constituye la principal propiedad de la oración. Verás un ejemplo de ello en el capítulo decimocuarto del Evangelio de San Marcos,14 ,32-40 , donde el propio Jesucristo repite a menudo las mismas palabras de la oración. El Evangelio de San Lucas,11,5-14 da un ejemplo parecido de oración repetida en la parábola del amigo importuno, y en el ruego repetido de la viuda que ilustra la orden de Jesucristo de que debemos orar siempre, en todo momento y en todo lugar, y no abandonarnos al desaliento, es decir, a la pereza. Después de esta detallada enseñanza, es el Evangelio de San Juan el que nos muestra la enseñanza esencial acerca de la secreta oración interior del corazón. Ello se nos ilustra, en primer lugar, en el profundo relato de la conversación de Jesucristo con la samaritana, donde es revelada la adoración interior a Diosen espíritu y en verdad que Dios desea, y que consiste en la verdadera oración continua, como una fuente de agua viva que salta hasta la vida eterna. Más adelante, Juan 15,4-8, se nos describe más decididamente aún la fuerza, el poder y la necesidad de la oración interior, es decir, de la presencia del espíritu en Cristo, en conmemoración incesante de Dios. Finalmente, lee Juan 16 23-25 Fíjate qué misterio se nos revela allí. Tú observas que la Oración de Jesús, cuando se repite con frecuencia, tiene la mayor fuerza y con gran facilidad abre el corazón y lo santifica. Esto puede observarse muy claramente en el caso de los Apóstoles, que habían sido discípulos de Jesucristo durante todo un año, y a quienes Él ya había enseñado el Padre Nuestro (que conocemos a través de ellos); pero al término de su vida terrena, Jesucristo les reveló el misterio que aún faltaba en sus oraciones. A fin de que su oración pudiese dar un claro paso adelante, les dijo: Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre. En verdad, en verdad os digo: Cuanto pidierais al Padre en mi nombre os lo dará. Y así sucedió en su caso. Puesto que, siempre ya luego, cuando los Apóstoles hubieron aprendido a ofrecer oraciones en el Nombre de Jesucristo, ¡cuántas obras maravillosas realizaron y cuán abundante luz fue derramada sobre ellos! ¿Ves ahora el encadenamiento, la plenitud de la enseñanza acerca de la oración depositada con tanta sabiduría en el Santo Evangelio? Y si sigues después con la lectura de las Epístolas de los Apóstoles, puedes encontrar en ellas también la misma enseñanza consecutiva acerca de la oración.

Como continuación a las notas que ya te he dado, te mostraré varios pasajes que ilustran las propiedades de la oración. Así, en los Hechos de los Apóstoles se describe su práctica, es decir, el constante y diligente ejercicio de la oración de los primeros cristianos, que fueron iluminados por su fe en Jesucristo Se nos refieren los frutos de la oración o el resultado de estar constantemente en oración, es decir, la efusión del Espíritu Santo y de sus dones sobre los que rezan. Verás algo parecido a esto en el capítulo decimosexto, versículos veinticinco y veintiséis. Luego, sigue por orden las Epístolas de los Apóstoles, y verás: Primero, cuán necesaria es la oración en toda circunstancia segundo, cómo el Espíritu Santo nos ayuda a rezar, tercero, cómo todos debemos rezar en espíritu cuarto, cuán necesarias son la tranquilidad y la paz interior para la oración quinto, cuán necesario es rezar sin cesar ; y sexto, que no debemos rezar sólo por nosotros mismos, sino por todos los hombres Y de este modo, consagrando largo tiempo a extraer con gran cuidado el significado, podemos encontrar aún muchas más revelaciones del conocimiento secreto que se oculta en la Palabra de Dios, el cual se nos escapa si sólo la leemos de vez en cuando o por encima.

¿Te das cuenta, después de lo que te acabo de indicar, con qué sabiduría y qué método revela el Nuevo Testamento la enseñanza de nuestro Señor Jesucristo sobre la materia que hemos estado investigando?; ¿en qué maravillosa secuencia está expuesta en los cuatro evangelistas? Es de este modo: En San Mateo vemos el acceso, la introducción a la oración, la forma concreta de ésta, las condiciones de la misma, y así sucesivamente. Sigamos adelante. En San Marcos encontramos ejemplos; en San Lucas, parábolas; en San Juan, el ejercicio secreto de la oración interior, aunque esto también se encuentre en los otros evangelistas, bien sea brevemente bien por extenso. En los Hechos se nos describen la práctica de la oración y sus resultados; en las Epístolas de los Apóstoles y en el propio Apocalipsis, muchas propiedades asociadas inseparablemente con el acto de rezar. Y ahí tienes la razón por la cual los Evangelios me bastan como maestro en todos los caminos de la salvación.


Sunday, February 7, 2010


Evangelio según San Lucas
Autor: La Biblia

Capítulo 15: Lucas 15


Todos los publicanos y los pecadores se acercaban a él para oírle,
y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: "Este acoge a los pecadores y come con ellos."
Entonces les dijo esta parábola.
"¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las 99 en el desierto, y va a buscar la que se perdió hasta que la encuentra?
Y cuando la encuentra, la pone contento sobre sus hombros;
y llegando a casa, convoca a los amigos y vecinos, y les dice: "Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido."
Os digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por 99 justos que no tengan necesidad de conversión.
"O, ¿qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca cuidadosamente hasta que la encuentra?
Y cuando la encuentra, convoca a las amigas y vecinas, y dice: "Alegraos conmigo, porque he hallado la dracma que había perdido."
Del mismo modo, os digo, se produce alegría ante los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta."

La contribución debida al Templo



La contribución debida al Templo

Al llegar a Cafarnaún, los cobradores del impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: "¿El Maestro de ustedes no paga el impuesto?".

"Sí, lo paga", respondió. Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: "¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?".

Y como Pedro respondió: "De los extraños", Jesús le dijo: "Eso quiere decir que los hijos están exentos.

Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti".